lunes, 20 de diciembre de 2010

Ambrose Bierce, el amargo


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Ambrose Gwinnet Bierce (24 de junio de 1842 - ¿1914 ?) fue un escritor , periodista y editorialista estadounidense . Su estilo lúcido, vehemente y vitriólico (hoy diríamos: con mala leche) le ha permitido conservar la popularidad un siglo después de su muerte, mientras que muchos de sus contemporáneos han pasado al olvido.

Ese mismo estilo cáustico hizo que un crítico le apodara "El amargo Bierce" (Bitter Bierce). Es uno de los representantes más genuinos del pensamiento pesimista estadounidense en las letras -junto con Hawthorne, Poe, Melville e incluso Mark Twain- contrapuesto al optimismo de un Emerson o al vitalismo de Whitman, por ejemplo. Relegado al rango de escritor de segunda categoría, Bierce ha padecido omisiones injustas, como así también reivindicaciones exageradas.





Nació el 24 de junio de 1842 en Horse Cave Creek, Meigs Country, Ohio, Estados Unidos de Norteamérica, en un hogar de agricultores pobres y estrictamente calvinistas. Fue el décimo de trece hijos. Su padre, Marcus Aurelius Bierce, amigo de la repetición, les puso a todos sus hij@s nombres comenzados con la letra "A": Abigail, Amelia, Ann Maria, Addison, Aurelius, Augustus, Almeda, Andrew, Albert, Ambrose, Arthur, y las gemelas Aurelia y Adelia —los tres últimos murieron en la infancia—. De todos ellos, Ambrose sólo mantuvo buenas relaciones con su hermano Albert. De su padre, Bierce dirá: Mi padre era un pobre campesino que no pudo darme una educación formal, pero me dio libros, y gracias a ellos y a él, que me los puso a alcance de mi mano, debo todo lo que soy ahora.


Su madre, Laura Sherwood Bierce, fue quien tuvo que dirigir y gobernar la casa. Eran una familia campesina, sin embargo a su esposo no le gustaban esas tareas. El, de carácter apocado, prefería dedicarse a la lectura antes que salir a cosechar en el campo; mal pudo hacer algo para que su familia no viviera agobiada por la precariedad. Pese a esto, gastaba el poco dinero que tenía en llenar su biblioteca de autores clásicos. A los diez años, Ambrose Bierce había leído la traducción de Homero al inglés de Pope y años más tarde reconocería que debía a los libros de su padre sus ambiciones literarias. Asimismo, la atmósfera de la casa de los Bierce parece haber sido un magnífico estímulo para que germinara, en Ambrose, el odio por todos los suyos

Su familia se traslada en 1846 al norte de Indiana. Con el consentimiento de los padres —sólo tenía 9 años— , se va a la casa de un imprentero, en donde trabajó varios años. Allí se editaba el periódico local The Northern Indiana, defensor de la abolición de la esclavitud.

A los diecisiete años, luego de un escándalo amoroso con una señora de setenta años, tuvo que alejarse de Warsaw, el dueño del diario. Aconsejada por un tío paterno, Lucius Verus Bierce, su familia lo manda al Kentucky Military Institute por espacio de un año.

Regresa a Indiana y trabaja primero en la granja de sus padres. Luego, como albañil y después de camarero y mozo de un salón de marinos. Cuando estalla de la Guerra de Secesión, se alista como voluntario en el bando unionista del norte. Interviene en varias contiendas importantes: en la batalla de Shiloh se inspiraría para escribir una de sus más famosas historias de soldados, An Ocurrence at Owl Creek Bridge— , la batalla de Chickamauga, en la que resultó vencido el ejercito unionista, fue fuente de inspiración para su historia del mismo nombre.

Su hermano Albert lo cuida, en febrero de 1964, ya que había sido herido en la cabeza en la batalla de Kenesday Mountain. Se reincorpora al ejército en septiembre. Pero aquella herida le producía desvanecimientos, por lo que tuvo que dejar su puesto en la infantería. La última batalla en la que participó fue la de Franklin, Tenessee, que recordaría años más tarde en su cuento The major’s Tale, de carácter autobiográfico.

Resigna su puesto militar en 10 de enero de 1865, aunque no fue licenciado hasta marzo o abril del mismo año. Para entonces el ejército unionista ya había ganado la guerra.

Ambrose Bierce consigue trabajo en Selma, Alabama, como administrador del algodón que se le confiscaba a los confederados vencidos. Allí empieza a conocer la brutalidad de los políticos, ya que los funcionarios se enriquecían con lo que confiscaban. Bierce se mantiene honesto en medio de la corrupción y renuncia al cargo. Se toma vacaciones en Nueva Orleans, desde donde parte a Panamá. Allí escribiría su primer cuaderno de notas ilustrado.

A su regreso, en septiembre de 1865, el general Hazen lo invita a participar como ingeniero topográfico en una expedición contra los indios Sioux. Deseoso de aventuras, Bierce acepta reincoporarse en la milicia. Es así como parte en julio de 1866 hacia Omaha, previa visita a sus padres. Siempre iba con su cuaderno de notas, en esta oportunidad lo publicará 10 años más tarde.

Abandona la expedición de Hazen en 4 de abril de 1867. Tal vez por intervención del general, Bierce es nombrado Mayor del ejército.

Atraído por la actividad cultural de San Francisco, decide quedarse allí y buscar trabajo. Consigue empleo en la casa de la moneda como sereno. Y de modo que este trabajo le dejaba mucho tiempo libre, empieza su carrera de escritor como autodidacta. El ambiente del San Francisco de postguerra ofrecía un círculo cultural bastante amplio: se encontraban allí Mark Twain, Bret Harte, Joaquin Miller y algunos otros.

Sus primeras obras fueron dos poemas olvidables que se publicaron en un periódico. Años más tarde él mismo declararía: "cuando tenía veinte años llegué a la conclusión de que no había nacido para poeta. Fue el momento más doloroso de mi vida".

Publica en prosa un ensayo sobre el sufragio de la mujer. Su estilo sigue el cariz satírico y de exagerado de Mark Twain y Bret Harte, mostrando la misma irreverencia por las instituciones y la sociedad de su tiempo.

Escribe en varias publicaciones de San Francisco, hasta que el 12 diciembre de 1868 fue nombrado redactor del Town Crier, en donde escribían los humoristas más famosos de la ciudad. Su papel era el de abogado del diablo, o sea quele venía divinamente. Antifeminismo, anticlericalismo, ataque a los funcionarios del estado y el sistema de educación fueron sus punto de mira.

Sus ataques llegan a ser tan virulentos que se le consideró "the wickedest man in San Francisco" (el hombre más perverso de San Francisco). A pesar de esto, Bierce se convirtió en celebridad y se lo invitaba a todas las reuniones sociales. Su personalidad era atrayente, tanto como su porte: alto, rubio, de ojos azules, siempre bien vestido.


En San Francisco se mezcla en la vida política local, aunque sin tomar partido por nadie, sino más bien irritando a todos. Traba amistad con Mark Twain, quien como él se dedica al ejercicio del periodismo ríspido.

Entre enero y junio de 1871, bajo el seudónimo de "Ursus" publica varios artículos, haciendo alusiones a Platón, Voltaire, Coleridge, Bacon, Novalis, Ruskin, lo que da una idea de lo que estaba leyendo.

Debido a su condición de asmático, Ambrose Bierce decide pasar unas vacaciones en San Rafael. Es en este sitio de veraneo donde conoce a Ellen Day, conocida con el nombre familiar de Mollie. Se casa con ella el 25 de diciembre de 1871. Por el momento, se quedan a vivir en esa ciudad. Sus suegros les regalan, poco tiempo después, un viaje a Londres. Publica su última nota el 9 de marzo de 1872 y parte para las islas.

Londres era por aquellos tiempos el sueño de todo escritor americano. Años más tarde, Bierce describiría su estancia en Londres como la época más feliz y fructífera de su vida. Admiraba, según sus propias palabras: un sistema en que la mayoría de puestos públicos, políticos y profesionales, civiles y militares, eclesiásticos y seculares, los ocupaban hombres educados —es decir, de facultades mentales desarrolladas y juicio disciplinado— no puede ser del todo erróneo.

Lo que fue un viaje de placer, pronto fue mudando propósito. Consigue trabajo en The Fun, y en el semanario Figaro. Enviaba también artículos al Alta California sobre los acontecimientos del momento en Inglaterra y los lugares turísticos que visitaba.

Entre julio de 1872 y marzo de 1873 publica una serie de scketches periodísticos. A finales de julio de 1872, Hoten, un editor a quien Mark Twain había calificado de "pirata", sugiere la publicación formal de la obra de Bierce. Ese mismo año otra editorial publica su 2º libro, y el 3º un año después. Bierce posteriormente despreció estos tres primeros libros y no quiso que se volvieran a publicar. Había en ellos errores gramaticales y de estilo.

Fue en Londres donde se difundió el apodo por el cual más tarde se lo conocería en todo el mundo: Bitter Bierce ("Bierce, el amargo" ó "El amargo Bierce".

La niebla de Londres no le sentaba muy bien a su asma por lo que decide junto a su esposa, mudarse a Bristol, donde el clima de campo le era más beneficioso. Allí nace su primer hijo, Day, en diciembre de 1872. En la primavera de 1874 se muda, luego de haber pasado por unas cuantas ciudades, a Leamington, Warwickshire. Allí nace su hijo Leigh, el 29 de abril de 1874.

El 22 de abril de 1875 su esposa decide volver a América con sus hijos. Bierce, ignorando que se hallaba embarazada, esperaba que volvieran unos meses más adelante. Se instala en Londres en forma provisoria. Al advertir que su familia no volvía, regresó a Estados Unidos el 25 de septiembre de 1875. El 30 de octubre nace su hija Helen. Bierce se encontraba ahora con tres hijos y sin trabajo...

El 25 de marzo de 1877 inicia su columna en la revista Argonaut. En junio de este mismo año, Bierce publicó con sus colaboradores William H. Rulofson, fotógrafo, y T. A. Harcourt el libro The Dance of Death. Este libro causó fascinación. Se vendieron 18.000 ejemplares.

En mayo de 1878 muere su madre. Su padre había muerto ya en febrero de 1876. Según varios biógrafos, pasa momentos de depresión que sirven para templar, aún más, su espírutu.

A finales de 1879, con sus sarcásticos comentarios en el Argonaut, su fama e ingenio daban al periódico la mayor distribución del oeste. A pesar de esto, en 1880 se traslada a Rockerville para administrar un yacimiento de oro. Según investigaciones de sus biógrafos, dice que Bierce fue el mejor administrador y minero que tuvo esa compañía.

En enero de 1881 vuelve con su familia a instalarse en San Francisco, pero no consiguió reanudar su trabajo en Argonaut. Comienza a trabajar en otro semanario, en donde continúa con la columna que lo viene haciaendo famoso. Empieza una nueva sección compuesta por ácidos epigramas y aforismos e inicia The Devil Dictionary (El deccionario del Diablo), idea sobre la cual viene trabajando.

Ambrose Bierce se queda nuevamente sin trabajo. A partir de 1887, la vida de Bierce sigue una cadena de desastres personales y triunfos literarios. Entre los desastres, cabe destacar su mala salud, la separación de su esposa y la muerte de su hijo Day.

En 1888 descubre las cartas que un pretendiente danés le envía a Mollie, su esposa. Esto fue suficiente para que Bierce abandonara el hogar sin más explicación que la que dio años más tarde: No me ha gustado nunca competir, ni siquiera por el favor de una mujer.

Su hijo Day muere en un duelo en julio de 1899. Ambrose Bierce llevó el cuerpo hasta Santa Helena para su funeral . El impacto de la muerte y de su propia soledad parecen haber activado su capacidad creadora. De esta época son varios de sus cuentos mejor logrados, con los que debía alcanzar la verdadera fama literaria.

Durante esta época se le presenta el contacto más importante en su carrera periodística. Hearst, el rey de la prensa, que había comprado The San Francisco Examiner, llama a Bierce para ofrecerle la incorporación a su planta. Trabaja también para el New York Journal, en ambos con columnas de opinión y diseccionamiento, ganando amigos por todas partes . Vuelve de N. York a vivir a San Francisco.

Al tiempo que prosperaba su carrera periodística, aumentaba su producción literaria. En 1890 publica un volumen de relatos titulado Tales of soldiers an civilians (Cuentos de soldados y civiles), aparecieron simultáneamente la edición norteamericana y la inglesa. El libro tuvo una muy buena recepción en ambos países.

Trabaja escribiendo un libro por entregas, con mal final pq la editorial quebró y Bierce no vio un dólar. La siguiente publicación, la de Can such things be? (1892) fue también un fracaso económico. El título está basado en un pasaje de Macbeth citado años antes en Nuggets and dust: "Can such things be / and overcome us like a summer’s cloud / without our special wonder?"

Luego de una nueva edición en 1898, revisada y ampliada, de In the midst of life con la que obtuvo algún rédito, su hijo Leigh le consigue un contrato para publicar Fantastic fables (Fábulas fantásticas) (1899).

En 1899 Bierce dejó San Francisco para irse a vivir al este, donde pasó los últimos trece años de su vida. En 1900 se casó Leigh. Como su padre, también sufría de los bronquios y muere de una pulmonía en Nueva York, al año de su casamiento. Su hija Helen, que había venido de Los Ángeles, se contagió el tifus y tuvo que ser hospitalizada durante ocho semanas. Durante este tiempo a Bierce se le acentuaron los problemas de asma, que se acrecentaron con la muerte de Mollie.

Su estado de salud era precario, pero seguía escribiendo literatura y para periódicos. Luego se pelea con Hearst y renuncia; aunque siguió trabajando en otro periódico también propiedad del magnate de la prensa. Pasaba largas horas jugando al billar en los clubs de caballeros.

Unos años antes, en 1906, Walter Neale le había sugerido la publicación de sus obras completas mediante suscripción. La idea de la suscripción no le interesaba mucho a Bierce, pero sí ver toda su obra reunida. Aceptó, y desde 1909 hasta 1912 trabajo incansablemente en sus escritos.

Terminadas sus Collected Works, Ambrose Bierce se despidió de la literatura. Recorrió los sitios en los que había luchado en la guerra civil y planeó irse a México a juntarse con Pancho Villa. De aquí en más todo lo que se sabe de él es por medio de documentos o cartas a familiares y amigos. Le cede, a su hija Helem, los derechos de su tumba en un cementerio de California, prueba de que pensaba ya no volver; como lo confirma una carta del 16 de agosto de 1913 en la que dice: Bah, debe ser horrible morir entre sábanas, y si Dios quiere a mí no me ocurrirá.

En una carta a Nelly Sicler dejó pruebas aún más significativas: Mi plan, si es que lo tengo, es el de ir por México a uno de los puertos del Pacífico, esto si consigo pasar sin que me lleven al paredón y me fusilen por americano. En otra carta se lee: Si ustedes escuchan decir que yo fui puesto en un muro de piedras mexicano y fusilado, sepan que yo considero esto como la mejor formar de abandonar la vida. Y hay otra referencia de Bierce, que dice: Être un gringo à Mexico — Ah, ça c’est l’euthanasie! (ser un gringo en México, ah! eso es la eutanasia).

A través de sus cartas se pueden seguir sus pasos hasta 1913. Salió de Washington el 2 de octubre de 1913. Visitó los sitios donde había luchado en la guerra civil. Llegó a Nueva Orleans, donde dice en una entrevista que había dejado de escribir y que se marchaba hacia Sudamérica. Pasa por San Antonio, y de allí a Laredo. De ahí a El Paso, para después entrar en Juárez, ciudad que Pancho Villa había tomado el 15 de noviembre. Acompañó al ejército de Villa a Chihuahua.

A la edad de 71 años, envía su última carta, fechada el 26 de diciembre, en donde dice que pensaba ir a Ojinaga al día siguiente. Esta ciudad fue sitiada durante diez días a partir del 1 de enero de 1914. Ojinaga fue capturada el 11 de enero, luego de una sangrienta batalla. Los cuerpos fueron quemados en grandes pilas para evitar el peligro del tifus. Puede ser que allí estuviera el de Ambrose Bierce, aunque también es posible que muriera en cualquier lugar debido al asma, por su edad o por cualquier otro incidente. Su muerte está cubierta por el manto de la incertidumbre. Un final inesperado, como en muchos de sus cuentos.

El gobierno de los Estados Unidos pide al gobierno de México un informe sobre Ambrose Bierce. Las investigaciones son confiadas a cierto mayor Gastón Pridu que muestra su fotografía a una gran cantidad de oficiales del destacamento del ejército de Villa bajo el mando de Ortega. Uno de entre ellos, el segundo capitán Salvador Ibarra, lo identifica. El recuerda haber acompañado a usted al destacamento de Ortega, cuando comienza el sitio de Ojinaga". Otros biógrafos dicen que el capitán Emir Holmdahl oyó decir que habían matado a "un gringo viejo" durante la batalla.

Su muerte ha hecho correr ríos de tinta. El escritor mexicano Carlos Fuentes en su "Gringo viejo" imagina sus últimos días, jugando con el mito, la verdad, la ficción, la certeza; Benjamín de Casares lo sentó en el Café Gambrinus, en México D.F. con unas copas de brandy; Miriam Storn pone en escena a un viejo camarada de Bierce y presenta un montón de detalles tan triviales como imaginarios; Thomas Burke ha sugerido una explicación sobrenatural a su misteriosa desaparición.

Hay quienes sostienen que estuvo en el bando de Pancho Villa, en cambio otros afirman que estuvo del lado de Carranza y que, cayendo prisionero de Villa, fue fusilado. Así como nunca sabremos la fecha exacta de su muerte, tampoco podremos conocer qué fue de su vida en México.












Algunas frases de Bierce


El coraje es una de las cualidades más conspicuas del hombre que está en seguridad.

En asuntos internacionales, la paz es un período de trampas entre dos luchas.

La política es la conducción de los asuntos públicos para el provecho de los particulares.

La pintura es el arte de proteger la superficie plana de los daños del clima para exponerla a los daños de la crítica.

Un inventor es una persona que idea una ingeniosa disposición de palancas, ruedas y mecanismos, y lo toma como civilización.

La cortesía es la forma más aceptable de la hipocresía.

Planear: preocuparse por encontrar el mejor método para lograr un resultado accidental.

No robes: de esta manera no tendrás nunca suerte en los negocios. Haz trampas.

El futuro es ese periodo de tiempo en el que prosperan nuestros negocios, nuestros amigos son verdaderos y nuestra felicidad segura.

Un prejuicio es una opinión vaga sin modos visibles de soporte.

Matrimonio: Estado o condición de una comunidad que se compone de un señor, una concubina y dos esclavos, todo en solo dos personas.

El optimismo es la doctrina o creencia de que todo es hermoso, incluido lo feo, que todo es bueno, especialmente lo malo, que todo es correcto lo que es incorrecto.

La duda es la madre del descubrimiento.

Una persona aburrida es la que habla cuando deseas que te escuche.

Un cobarde es una persona en la que el instinto de conservación aun funciona con normalidad.

Todos son locos, pero el que analiza su locura es llamado filósofo.

El egoísta es una persona de gustos ruines, más interesada en sí misma que en mí.

Abstemio: Persona débil que cae en la tentación de negarse a sí misma un placer.

Autoevidente: evidente para uno mismo, pero no para los demás.

El elector goza del sagrado privilegio de votar por un candidato que eligieron otros.

El futuro es ese periodo de tiempo en el que prosperan nuestros negocios, nuestros amigos son verdaderos y nuestra felicidad segura.

El que se ve en una situación peligrosa piensa con las piernas.

En asuntos internacionales, la paz es un período de trampas entre dos luchas.

Hacer del juego un negocio no puede compararse con el negocio del juego.

La guerra es un método de desatar con los dientes un nudo político que no se puede deshacer con la lengua.






Diccionario del Diablo

Basilisco, s. Cocatriz. Especie de serpiente empollada en el huevo de un gallo. El basilisco tenía un mal ojo y su mirada era letal. Muchos infieles niegan la existencia de este ser, pero Semprello Aurator vio y tuvo en sus manos uno que había sido cegado por un rayo por haber fatalmente contemplado a una dama de alcurnia a quien Júpiter amaba. Más tarde Juno devolvió la vista al reptil y lo escondió en una cueva. Nada está tan bien atestiguado por los antiguos como la existencia del basilisco, pero los gallos han dejado de poner.






Obras de Ambrose Bierce publicadas en castellano.

(No se incluyen textos sueltos compilados en antologías)

[size=9]Bierce, Ambrose. Aceite de perro y otros cuentos. Tr Nicolás Suescún. Bogotá: El Ancora Ed., 1991.

—. Algunas casas encantadas. Tr Javier Sánchez García-Gutiérrez. Madrid: Compañía Europea de Comunicación, Colección Biblioteca de El sol, 1992.

—.Cuentos de soldados. Tr José Bianco. Buenos Aires: CEDAL, Biblioteca Básica Universal, 1971.

—.Cuentos de soldados y civiles. Buenos Aires: Orión, Colección Pruebas de galera, 1975.

—.Cuentos de soldados y civiles. Tr Jorge Ruffinelli. Madrid: Círculo de Lectores, 1992.

—.Cuentos de soldados y civiles. Tr Jorge Ruffinelli. Barcelona: Edhasa, Colección Pocket / Edhasa, 1992.

—.Cuentos de soldados y civiles. Tr Jorge Ruffinelli. Barcelona: Editorial Labor, Colección Punto Omega, 1972.

—.Cuentos de soldados y civiles. Tr Jorge Ruffinelli. Madrid : Guadarrama, 1976.

—.Diccionario del diablo. Buenos Aires: Calicanto, Colección Biblioteca de Plinio, 1977.

—.Diccionario del Diablo. Tr Rodolfo Walsh. Buenos Aires: Editorial Calicanto, 1977.

—.Diccionario del diablo. Tr Rodolfo Wlash. Buenos Aires: Colihue, Colección Los Fileteados, 1993.

—.Diccionario del diablo. Tr Rodolfo Wlash. Buenos Aires: Leviatán, 1991.

—.El Diccionario del diablo. Tr Rodolfo Walsh. Madrid: Ediciones del Dragón, Colección Biblioteca del Dragón, 1986.

—.El diccionario del diablo. Tr Rodolfo Walsh. Madrid: M.E. Editores, 1997.

—.El diccionario del diablo. Tr Eduardo Stillman. Madrid: Valdemar, Colección Avatares, 1993.

—.El diccionario del diablo. Tr Eduardo Stilman. Madrid: Valdemar, Colección El Club Diógenes, 1996.

—.El clan de los parricidas. Tr Javier Sánchez García-Gutiérrez. Madrid: Valdemar, Colección El Club Diógenes, 1994.

—.El club de los parricidas. Buenos Aires, Corregidor, 1974.

—.El club de los parricidas. Barcelona: Ediciones Forum, Colección Biblioteca del terror, 1985.

—.El desconocido y otros cuentos. Buenos Aires: Torres Agüero, Colección Cuentos, 1976.

—.El guardián del muerto. Tr José Bianco. Madrid: Compañía Europea de Comunicación e Información, Colección Biblioteca de El sol, 1992.

—.El humor de Ambrose Bierce. Tr Eduardo Paz Leston. Buenos Aires: Editorial Brújula, Colección Breviarios de Información Literaria, 1968.

—.El monje y la hija del verdugo. Tr Jacobo Rodríguez. Madrid: Valdemar, Colección El Club Diógenes. 1998.

—.El puente sobre el río del búho y otros relatos. Tr Enrique Campbell. Madrid: Edicomunicación, Colección Grandes autores de la literatura universal, 1995.

—.El puente sobre el río del búho y otros relatos. Tr Enrique Campbell. Madrid: Edicomunicación, Colección Fontana, 1995.

—.El puente sobre el río del búho. Tr José Bianco. Buenos Aires: Editorial Jorge Álvarez, 1968.

—.El reino de lo irreal. Tr Javier Sánchez García-Gutiérrez. Madrid: Valdemar , Colección Tiempo cero, 1988.

—.Fábulas de fantasía. Esopo enmendado. Viejas historias remozadas.Tr Maite Lorés. Barcelona: Bosch Casa Editorial, Colección Erasmo, textos bilingües, 1980.

—.Fábulas fantásticas. Buenos Aires: Rodolfo Alonso, Colección Aventura, 1975.

—.Fábulas fantásticas. Tr Francisco Torres Oliver. Madrid: Ediciones Alfaguara, Colección Nostromo, 1977.

—.Fábulas fantásticas. Tr Enrique Campbell. Barcelona: Edicomunicación, Colección Fontana , 1998.

—.Humor amargo. Tr Ana Becciu. Buenos Aires: Rodolfo Alonso, Colección Aventura, 1975.

—.Los ojos de la pantera. Buenos Aires: R.E.I. Argentina, 1993.

—.Los ojos de la pantera. Tr Emilio Olcina Aya.Barcelona: Fontamara, 1984.

—.Los ojos de la pantera. Tr Emilio Olcina Aya. México D.F.: Fontamara, 1988.

—.Los ojos de la pantera. Tr José Bianco. Madrid: Compañía Europea de Comunicación e Información. Colección Biblioteca de El sol, 1991.

—.Los ojos de la pantera y otros relatos. Buenos Aires: La Página, 1993.

—.Relatos insólitos. Tr A. F. Leyva. Madrid: M. Miguel Castellote, 1973.

—.Un jinete por el cielo. Buenos Aires: R.E.I. Argentina, 1993.

—.Un jinete por el cielo. Buenos Aires: La Página, 1993.

—.Un vigilante junto al muerto y otros relatos de terror. Tr Rafael Lassaletta y Javier Sanchez García-Gutierrez. Madrid: Valdemar, Colección El Club Diógenes, 1996.

—.Un jinete por el cielo. Tr José Bianco. Madrid: Compañía Europea de Comunicación e Información, Colección Biblioteca de El sol, 1991.

—.Una habitante de Carcosa y otras historias de terror. Tr Rafael Lassaletta; Javier Sánchez García-Gutiérrez. Madrid: Valdemar, Colección El Club Diógenes, 1994.

—.Una tumba sin fondo y otros relatos de horror. Buenos Aires: Ediciones Síntesis, 1980.

—.Visiones de la noche . Tr Javier Sánchez García-Gutiérrez. Madrid: Valdemar, 1987.

—y Danzinger, Gustav. El monje y la hija del verdugo. Tr Virginia Erhart. Buenos Aires: Ediciones Corregidor, 1976.

—y Swift, Johnatan. Padres e hijos: Una humilde propuesta; El club de parricidas y un crimen más. Madrid: Calambur Editorial, 1991.
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http://www.analitica.com/bitblio/massimino/bierce.asp
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http://www.renacerelectrico.com/pluma/ambrose.html
http://fcom.us.es/blogs/vazquezmedel/tag/ambrose-bierce/
http://www.avizora.com/publicaciones/biografias/textos/textos_b/0033_bierce_ambrose.htm
http://depielosmuertos.blogspot.com/2010/03/basilisco.html[/size]

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