jueves, 2 de septiembre de 2010

diario-blog 1


Alguien siempre escucha
cuando lloras de noche.


Alguien siempre hay/ conteniendo
el aliento para no delatar/
que te oye
te mira
te sabe


Desde que llegué a la calle Alcántara, escuché llantos, gritos, vi gente derrumbándose, cayendo.
Todo presagiaba lo peor y estábamos atrapados en ese piso, tan lejano en todo de Andalucía. Seguíamos siendo los mismos, heridos, y más bellos incluso.

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